La cavitación es una técnica no quirúrgica ni invasiva para eliminar la grasa localizada mediante el uso de ultrasonidos de baja frecuencia. Su principal ventaja es que ofrece la posibilidad de conseguir los mismos resultados que una liposucción, pero sin la necesidad de una intervención quirúrgica, por eso cada vez más personas prefieren la cavitación como alternativa indolora, sin anestesia y muy efectiva, y sin dejar ningún tipo de señal o cicatriz en la piel. Los ultrasonidos de la cavitación generan pequeñas burbujas en las células de grasa que implosionan, provocando la rotura de estas células que se convierten en líquido. Por último, este líquido es expulsado mediante la orina y el sistema linfático
¿Cuándo se empiezan a notar los resultados?
Los resultados son visibles desde las primeras sesiones.
¿Cuántas sesiones son necesarias?
Se necesitan alrededor de 8 a 12 sesiones y debido a que el cuerpo tarda aproximadamente 72 horas en eliminar la grasa, hay que esperar cuatro días entre las sesiones. También es aconsejable tomar por lo menos un litro y medio de agua antes y después de la sesión.
Beneficios de la cavitación
- Mejora la circulación sanguínea.
- Elimina toxinas y líquidos cuando se combina con el drenaje linfático.
- Aumenta el tono y la elasticidad de los tejidos, es decir, tonifica los músculos.
- Ayuda a regular el tránsito intestinal.
- Elimina celulitis y la piel de naranja.
- Mejora la elasticidad y el aspecto de la piel.
- Activa la producción de colágeno.
Contraindicaciones
- Cáncer
- Enfermedades graves autoinmunes
- Colesteronemia
- Marcapasos o prótesis metálicas
- Enfermedades activas en la piel a tratar
- Epilepsia
- Patologías auditivas
- Enfermedades cardíacas
- Lactancia y embarazo
- Enfermedades hepáticas y/o renales
- Hipercolesterolemia y hipertrigliceridemia